Bomba centrífuga

Las bombas centrífugas son el núcleo de los sistemas de transporte de fluidos, ganándose la confianza de los usuarios en todo el mundo por su eficiencia y fiabilidad. El funcionamiento de estas bombas se basa en el principio de la fuerza centrífuga, que se aprovecha a través de la rotación de un impulsor para inducir un movimiento centrífugo en el agua.

Antes de iniciar la bomba, es esencial asegurarse de que la carcasa y el tubo de succión estén completamente llenos de agua. Al arrancar el motor, el eje de la bomba impulsa el impulsor y el agua en un movimiento de rotación a alta velocidad. Esto provoca que el agua se mueva de forma centrífuga, lanzándola hacia el borde exterior del impulsor y luego a través de la carcasa espiral hacia el conducto de agua presurizada de la bomba.

Estas bombas cuentan con un amplio rango de capacidades de caudal y altura, lo que las hace aptas para manejar incluso líquidos corrosivos, incluidos ácidos y álcalis fuertes. Son indispensables en sectores como el petróleo, el procesamiento químico, la metalurgia y la generación de energía, así como en el suministro municipal de agua y la irrigación agrícola.

Ofreciendo una variedad de opciones de control, las bombas centrífugas proporcionan un flujo constante, operan de manera suave y generan menos vibración. También son rentables en términos de instalación y mantenimiento, lo que las convierte en una opción atractiva para una amplia gama de aplicaciones.